jueves, 5 de enero de 2012

Con palabras sin decir.

Esta noche se escucha claro el silencio de la noche, como si la noche supiera que hay un luto en mi sentimientos por esas palabras que anhele decir y no pude, escuchando claramente el sonido de mi teclado, mas de dos vasos en el escritorio y con una sed acumulada que no se resuelve ni con agua ni con cafeína.

Es como el silencio de toda sinfonía en el que el movimiento cambia y agarra otra temática o eso quiero creer.

Me siento tan triste que mis palabras entonan una balada a la luna, la misma que me escucho todas estas noches, la que sabía desde siempre como es mi voz y como sería y será mi voz, ella conoce mi lamento y el necesitar de que ella me escuche y no se resigne a soluciones planteadas por el dolor de algunas palabras de más y sin sentido. El eco de mi voz en mi mente se escucha tan fuerte y claro que para este momento me aturde escuchar a mi conciencia culpándome de mis errores una y otra vez.

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