Y de pronto pasó, un frío bastante incomodo que invadió mi espacio vital y transformó las cosas que veía en el instante acompañado de algo necesario para mi...
...El silencio que aturdía mis sentimientos y que evocaba una pequeña nostalgia de lo que no es y podría ser, finales futuros o posibles finales, pues todo tiene su final; madurar es entenderlo.
Lo que importa es a lo que conlleva eso, un montón de recuerdos, de personas diciendo qué es conveniente o qué no, creyendo que saben vivir bien cuando su vida es el mero resultado de "prueba y error"; hecho que ocasiona una gran pregunta: ¿Quién es El o La persona para decirme que es correcto y que no? Por mas experiencias que posea una persona nunca sabrá que pasará con exactitud, el error es necesario también, es casi una necesidad.
Y rodeado de todos esos escombros de edificios ya construidos me encontré en la necesidad de desahogarme, de retirarme lejos de tanto ruido y yo generar mi propio camino.
Tengo tantas opciones que resulta difícil tomar una decisión acertada, cada una tendrá obviamente sus ventajas y desventajas pero ¿Cómo hacer el uso correcto de una decisión? Una pregunta que contiene un sin fin de "Guías para éxito y libros de auto-ayuda" en la sombra de este hecho necesario, pero que no son mas que telarañas de algo incomprensible e inentendido por lo impredecible que puede ser. Sólo hay una conclusión, bastante obvia en el dibujo de mis letras, no hay respuesta correcta o incorrecta, no hay decisión buena o mala, hay beneficios y sacrificios, mas nada. Decidir debe ser la mejor elección de muchas variantes, que nunca se sabe si te acercará a tus metas o te alejará de ellas.
Sólo nos queda decidir, errar y vivir...
...De eso se trata improvisar en esta vida.